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  • Cosplay Party e Imperio Anime organizan los grandes eventos, pero  hay  34 festivales al año en todo el país donde se realizan concursos de cosplay, conciertos y venta de productos. 

La Antigua Aduana se llena varias veces al año con cientos de cosplayers, varios patrocinadores, artesanos y artistas que asisten a los mayores festivales cosplay de Centroamérica. Estos eventos se convierten en una oportunidad de negocio tanto para los organizadores como para los microempresarios que llegan a vender sus productos.

 

Los grandes festivales cosplay en el país, como el Cosparty, Kamen y Matsuri,  son organizados por Cosplay Party e Imperio Anime. Al año se realizan 34 eventos en las siete provincias, algunos apoyados por esas organizaciones, pero la mayoría son hechos por fanáticos independientes.

 

Imperio Anime fue el primero en organizar, con ayuda del Ministerio de Cultura y Juventud, un evento de este tipo en el CENAC. “La idea del festival surge de tres amigos que visitaron festivales en el extranjero y creyeron que sería una buena idea hacerlo en Costa Rica”, explicó Jorge Céspedes, productor de Imperio Anime.

 

José Pablo Morales (conocido como Hermes), un disidente de Imperio Anime, hizo en 2007 su primer evento en la UCR llamado Comic Party, donde llegaron dos cosplayers. Al año siguiente organizó el primer Cosparty en el CENAC. “Quisimos hacer un evento con nuestros gustos y nuestra manera de ver el cosplay”, expresó Morales. Los cosplayers que asisten al Cosparty ahora superan los 200. 

 

No es trabajo fácil organizar un festival cosplay

 

Se necesitan meses para organizar un evento de esta magnitud, se deben contratar ambulancias, técnicos de sonido, electricistas, obtener los permisos y conseguir a patrocinadores. “Se paga como una producción de primer mundo,  ahora se financia con patrocinadores, venta de stands comerciales y acuerdos con instituciones fuera y dentro de Costa Rica”, explicó Céspedes.

 

Los patrocinadores son una parte importante del financiamiento de los eventos. Para el Cosparty del 2014 se hicieron alianzas con la Universidad Creativa para el mercadeo del festival. Esa alianza ayudó a que “este año logramos unos patrocinadores más grandes, como Wacom, grandes empresas de litografía y también la empresa de impresión en 3D”, aclaró Morales.

 

Las ganancias de los eventos dependen de la buena organización y utilización de los recursos. "Los que no lo organizan bien, dicen que lo hacen por amor", argumentó Céspedes, que se negó a dar las cifras de ganancias. Por otro lado el Cosparty anterior obtuvo una ganancia neta de ocho millones, pero en el antepasado tuvieron pérdidas porque el premio del concurso cosplay era un viaje  nada económico a Japón.

 

El público que asiste a estos eventos son en su mayoría adolescentes y adultos jóvenes de clase media y con poder adquisitivo, apuntan los estudios de mercadeo hechos por Imperio Anime y Cosplay Party. Los festivales duran por lo general dos días y pueden asistir 2500 personas cada día que deben comprar su entrada, otra parte importante de ingresos para los organizadores.

 

Los festivales reciben también apoyo de le Embajada de Japón en forma de una carta que “dice que han sido grupos que han colaborado en las actividades de la embajada y que quisieran que les dieran toda la ayuda posible”, explicó Ligia Villalobos, encarga de asuntos culturales de la embajada. Ese apoyo solo  se le da a Cosparty e Imperio Anime. 

 

Los festivales ayudan en las ventas de microempresarios y tiendas

En los festivales cosplay se ven ríos de cosplayers de personajes anime y de películas, pero se ven océanos de personas que compran en los diferentes stands que ofrecen desde cursos de actuación hasta gorros y afiches.

 

Los stands en los festivales se cobran de forma diferenciada, existe una cuota para los puestos comerciales, artesanales y de artistas. El “stand comercial tiene un precio, el  artesanal cuesta una quinta parte, porque queremos promover la producción nacional”, argumentó Morales. Todos los stands de artistas, dibujantes y de creadores de mangas son gratis en los grandes eventos.

 

La organización Skené tiene como objetivo promover el arte en las actividades humanas y tenía un stand que ofrecía cursos de actuación en el Cosparty. “Vimos una oportunidad de concentrar una acción formativa para los jóvenes cosplayers, permitiéndoles elevar el nivel de sus performances dentro del cosplay” explicó Amaral Sánchez, director general de Skené.

 

Los cursos tienen un valor de ₡7000 la matrícula y una mensualidad de ₡25.000 durante tres meses. “Los festivales sirven para darse a conocer y atraer no solo potencial público, sino también para establecer alianzas estratégicas con otras organizaciones, personas y grupos que a futuro podrían resultar de mutuo beneficio”, concluyó Sánchez. 

 

Daniel Vázquez es diseñador gráfico y estudiante de la Universidad de Costa Rica (UCR) y fundó una microempresa de objetos relacionados a la cultura pop llamada Balakay. “Asistía a los eventos de este tipo,  al mirar los stands y al ser diseñador, me decía: ¡yo sé hacer esto! y me preguntaba: ¿Por qué no estoy ganando dinero en estos eventos?”, comentó Vázquez.

 

Balakay surgió cuando en un curso de la universidad los pusieron a realizar un plan de negocio, pero Vázquez, junto a David Monge (diseñador gráfico) y Gustavo Mena (estudiante de Microbiología en la UCR), lo llevaron del plan a la realidad por primera vez en el festival Kurisumasu del 2013.

 

Los productos representativos del grupo son los afiches, postales y los gorros diseñados por Vázquez de series famosas como Adventure Time.

 

En el Cosparty del 2014 pagaron un stand comercial a ₡50.000 y “los festivales nos ayudan mucho justamente porque Balakay no es en realidad una tienda física, sino un stand de festivales. Los objetos que vendemos de tipo anime-geek tienen un público meta limitado en otro tipo de eventos, pero al estar en los festivales tenemos un 100% garantizado el público meta”, argumentó Sánchez.

 

La cultura pop japonesa y el cosplay se han extendido en los últimos años en el país. “Podría haber unos 500 cosplayers que acostumbran ir a eventos, cuando iniciamos eran 12 o 13. Se explotó los club de fans,  lo que ahora es moda hace unos 10 años eran unos noñasos poco queridos”, concluyó Morales.  

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